Pésaj es una fiesta muy importante para los judíos, porque nos recuerda cuando los hijos de Israel fue liberado de la esclavitud en Egipto.
Hace mucho tiempo, los israelitas fueron muy valientes y siguieron a Moisés para escapar, y Dios los ayudó a salir. En Pésaj, recordamos esta gran historia y lo que significa ser libres.
Hag HaMatzot es parte de Pésaj y es cuando comemos matzá, un pan sin levadura que comían los israelitas cuando se escaparon, porque no tuvieron tiempo de dejar que su pan creciera. Durante esta fiesta, también celebramos cómo Dios cuidó de ellos.
Es importante celebrar Pésaj y Jag HaMatzot porque nos enseñan a recordar lo afortunados que somos de ser libres y a agradecer a Dios por su ayuda.
También nos enseña que, aunque a veces enfrentamos dificultades, siempre podemos superar los problemas con la ayuda de Dios. ¡Es una fiesta llena de alegría, comida rica y cuentos maravillosos!
Cuento para niños: Pésaj (Pascua) & Hag HaMatzot (Fiesta de los panes ácimos)
Había una vez un niño llamado Elías, que vivía en una tranquila aldea con su familia. Era un día soleado de primavera cuando su mamá lo llamó
emocionada: "¡Elías, ven! ¡Hoy es el día en que comenzamos a preparar para Pésaj, la Pascua judía!"
Elías, intrigado, corrió a la cocina. “¿Qué es Pésaj, mamá?” preguntó con curiosidad mientras la veía limpiando y quitando todo rastro de pan y levadura de la casa.
Preparándonos para Pésaj
“Pésaj es una festividad muy especial,” explicó su mamá. “Es cuando recordamos cómo Dios liberó a nuestros antepasados de la esclavitud en Egipto hace muchos, muchos años. ¿Recuerdas la historia de Moisés y cómo ayudó a los israelitas a salir de Egipto?”
Elías asintió con la cabeza. “¡Sí! Moisés fue quien habló con el Faraón, ¿verdad?”
“Así es,” respondió su mamá. “Y Dios envió muchas plagas a Egipto para convencer al Faraón de que dejara ir a su pueblo. La última plaga fue la más dura: el ángel de la muerte. Pero Dios protegió a los israelitas y les dijo que debían marcar sus puertas con sangre de cordero para que el ángel pasara de largo. Por eso llamamos a esta festividad Pésaj, que significa 'pasar por alto'. El ángel pasó por alto las casas de los israelitas.”
La Limpieza de la Casa
“Pero, ¿por qué estamos limpiando tanto?” preguntó Elías, mirando a su mamá sacar todos los productos con levadura de la despensa.
“En Pésaj, recordamos que cuando los israelitas huyeron de Egipto, tuvieron que hacerlo muy rápido. No tuvieron tiempo de dejar que su pan fermentara, así que comieron matzá, un pan sin levadura. Para honrar ese momento, durante toda la festividad solo comemos matzá, y nos deshacemos de cualquier alimento con levadura,” explicó su mamá.
Elías sonrió y dijo: “¡Me gusta la matzá! Es crujiente y sabrosa.”
La Historia de la Libertad
Esa noche, la familia de Elías se reunió para celebrar el Seder de Pésaj. Su papá colocó el plato del Seder en la mesa, lleno de alimentos simbólicos: hierbas amargas, un hueso de cordero, huevo, agua salada, y, por supuesto, la matzá.
Durante la cena, su papá comenzó a contar la historia del Éxodo. “Hace mucho tiempo, los israelitas eran esclavos en Egipto. Fueron maltratados y obligados a trabajar muy duro. Pero Dios escuchó sus oraciones y envió a Moisés para guiarlos a la libertad.”
Elías escuchaba con atención mientras su papá hablaba de las diez plagas que Dios envió a Egipto: el agua convertida en sangre, las ranas, los piojos, y finalmente, la muerte de los primogénitos egipcios. “Pero los israelitas se salvaron gracias a Dios,” dijo su papá. “Y esa noche, partieron hacia su libertad.”
Elías levantó un pedazo de matzá y lo miró con admiración. “Este es el pan que comieron cuando escaparon de Egipto, ¿verdad, papá?”
“Exactamente,” respondió su papá. “La matzá nos recuerda la rapidez con la que tuvieron que salir. No pudieron esperar a que su pan se fermentara, así que comieron este pan sencillo y sin levadura.”
Hag HaMatzot – La Fiesta de los Panes Ácimos
Durante los próximos siete días, la familia de Elías solo comió matzá en lugar de pan. “Esta es la Fiesta de los Panes Ácimos, o Hag HaMatzot,” explicó su mamá mientras preparaba una comida con matzá. “Es un tiempo para recordar lo que nuestros antepasados vivieron, cómo salieron de la esclavitud para ser libres.”
Elías se emocionó. Le gustaba la idea de celebrar la libertad y recordar la valentía de Moisés y de su pueblo.
El Juego del Afikoman
Una de las partes favoritas de Elías durante el Seder de Pésaj fue el momento del Afikoman. Su papá rompió un pedazo de matzá, lo envolvió en una servilleta y lo escondió en algún lugar de la casa.
“¡Quien encuentre el Afikoman recibirá una recompensa!” dijo su papá con una sonrisa.
Elías y sus hermanos buscaron por toda la casa, y al final, fue Elías quien encontró el Afikoman escondido detrás del sofá. Regresó corriendo a la mesa, donde su papá lo felicitó y le dio una pequeña moneda como recompensa.
“Este es uno de mis momentos favoritos de Pésaj,” dijo Elías, feliz de haber encontra
do el Afikoman.
Un Año Más de Libertad
Al final de la festividad, Elías se sintió agradecido por haber aprendido tanto sobre Pésaj y Hag HaMatzot. Sabía que no solo se trataba de comer matzá o buscar el Afikoman, sino de recordar la historia de la libertad, el poder de la fe y la gratitud por la protección de Dios.
“Espero que el próximo año celebremos Pésaj de nuevo con mucha alegría,” pensó Elías mientras se iba a dormir, con la historia del Éxodo resonando en su corazón.
Fin.
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